Cuidamos nuestro cuerpo con alimentación y deporte. Cuidamos nuestra mente cultivándola con nuevos aprendizajes. Pero, ¿qué pasa con nuestro espíritu?, ¿cuántos minutos diarios reservamos para orar a nuestro Padre? Ya sea en voz alta o en el silencio de nuestro corazón, Dios nos escucha y nos guía en el camino de la vida.
Orar es engrandecer nuestros actos, nuestra mente y nuestro espíritu.
Comencemos el día dedicando unos minutos al Encuentro, a la Escucha, a la Oración, porque «El fruto de la oración es la fe. El fruto de la fe es el amor. El fruto del amor es el servicio. El fruto del servicio es la paz”. (Madre Teresa de Calcuta)

• Señor, Tú me conoces.

• Oración por la Paz de Francisco de Asís

• Padre Nuestro de la Paz

• Te Damos Gracias

• El Señor es mi Pastor

• Oración por mis amigos y amigas

• Te doy gracias, Padre

• Oración para comenzar el día

• Oración de la Sonrisa

• Oración para Dios

• Abre nuestros ojos, Señor

• Dame una mirada limpia

• Acción de Gracias